YA NO TENGO MAÑANAS

YA NO TENGO MAÑANAS Cristina Bosch

Dios -que me dio la vida-


Dios- que me dio la vida-
me dejó elegir la noche
y deambulo así sin rumbo
en este cruel universo incierto.
Las mañanas me devoran el rostro.
Me correo la luz del abismo.
La nada me detiene,
consumiéndome en vano. La tierra gime.

¿QUE CONJUNCION DE ASTROS?

¿Qué conjunción de astros
hicieron que nazca ese secreto día
y a esa hora valerosa
para caminar mis otoños
hacia el tranquilo invierno?
Fluyen las horas lentas
entre la ardua tarea de
encontrarme a mí misma.
La vida me enseña a ver
mi propio Sino,
cual si éste fuera ya
cenizas sin memoria.

LOS DIAS SE REPITEN

Los días se repiten.
No invento un universo.
Nada me salva de ser
un peregrino.
Sin embargo, existe un algo
que atraviesa mi destino.
El invisible tiempo que no cesa,
los poemas, la creación y
mi intelecto.
Soy un eterno río
en incesante cambio,
siendo el mismo y siendo otro
al mismo tiempo.

LOS ASTROS Y EL PONIENTE.

Los astros y el Poniente.
Los días vacuos, sin ausencias.
El fresco sorbo de agua
en mi garganta.
El Edén, el orden cósmico.
La mirada lánguida de un ciego
descifrando signos en la
penumbra de su eterna sombra.
La palabra, el heptasílabo.
El amor de los amantes.
La mirada tenebrosa
del suicida.
La trama entretejida
de Penélope.
El ronco estertor en la agonía.
César, traspasado por el puñal
de Bruto.
Héctor, frente al grito final
de Andrómaca.
Aquiles y su ira, frente
a Príamo y su ruego.
El peso de una gota en un
cristal tallado.
Las cruces o las lápidas ajenas.

El GO

El juego astrológico del Go,
-ese otro ajedrez del oriental,
ese otro laberinto que
nunca será mío.-
Occidente te divierte en otras cosas;
las guerras con misiles verdaderos,
la hermenéutica, el video, la P.C.
las acciones, la Bolsa, los cambios
imprevistos, el acre tormento
de la duda financiera.
Cada hombre tejer su karma.
Cada cual fija su ética.
No se cree en el castigo ni en el premio,
ni en Cristo, ni en Buda ni en Alá.
Los rostros orientales son enigmas
que no dejan descifrarse.
Occidente es diferente: es el caos,
Es el fin, es el Poniente.

EL DOLOR, LA FATIGA, EL DISIMULO

El dolor, la fatiga, el disimulo,
el atroz cansancio del olvido.
La guerra fría frente a
los imperios vanos.
Los ideales que agonizan.
Un futuro incierto entre un
presente vano.
El mito desmitificado,
la crisis, el desconsuelo,
el horror al vacío.
Lo inútil del valor,
el anhelo infinito de una trascendencia.
Los días sin presente,
los dogmas pisoteados.
Este molesto siglo nos quiebra,
nos quiebra y abandona.

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