POEMAS CONCEPTUALES Cristina Bosch

PEDRO Y SU CRUZ

Pedro y su cruz. Su pie toca ya
el alba. Sabe que no huye.
Su sino está presente. Es su tiempo
lo que importa, no el espacio que
consume sus horas, diariamente.
su terco celo se refleja en su
triste pecho. Aspira y duele,
lastima las entrañas.
El hábito de los días lo consume.
Su alma atribulada no lo olvida.
Calla y su silencio es peor
que la tristeza.
Pedro y su cruz; la cruz del hombre
al final de su agonía.
Es su tiempo lo que importa;
le interesa en demasía.
Deberá partir y dejar su
trascendencia para que los otros
no lo olviden. Es su única ambición:
partir y quedar entre esos otros.
No busca el fin mas lo presiente.
Un día será el último y esa hora
lo quebranta y lo sentencia.
Es su tiempo, no el ajeno. Son sus clavos
y le importa.
Ansía una obra magna que
emerja entre penumbras,
entre tercas neblinas nebulosas.
¿De qué sirve haber vivido apresurado,
si no puede ver la cruz que sufre ahora?
(Este poema fue inspirado en uno de Borges, de su obra LOS CONJURADOS, el primero del libro Cristo en la Cruz):Aunque no tienen mucho similar, es importante decirlo.

IRREALIDAD

¿De qué silvestres montes,
entre días y noches de un ayer
que no existe,
llegó esa imagen tuya que
invadió mi presente?
Fue sólo un instante. Te vi
aproximarte y sonriendo
extraviarte en mi reto
esencial.
Las Musas que rigen
los hados eternos
me dejaron pensarte mas
no ser tu dueño.
No soy pesimista ni acepto
el destino.
Quizá en otro sueño te
invente de nuevo.

POEMA EXISTENCIAL

El tiempo archiva fábulas
de un pasado que no existe:
-vanas conjeturas del hombre
para pensar que existe-.
A lo lejos el viento responde
rasgando una rama.
el llano se interpone entre
el polvo y mi sueño.
“La realidad no es.”
Sombras lejanas me dictan
ésta, mi sentencia.

TRANSPARENCIAS

Entre transparencias
sin velos- apacible y leve-
avanzo entre penumbras.
Asimilo conceptos
sin ser cosa alguna.
Poseo lo intocable
entre alas de viento.
Entreveo la integridad
sin ni una fisura.
Distingo lo incoherente
de lo indivisible.
Abarco la totalidad del ser.
Me fue dado atisbar
las apariencia de lo primordial:
(los arquetipos y sus esplendores).
Dadivosa y libre,
me integro por fin a la música
mística y plena,
en armonía con mi íntimo universo.
PROFECIA
Será cuando tú quieras, el Profeta
así lo ha dicho.
Fue al principio del otoño
ese encuentro místico de ambos.
yo lo presentí; tú apenas lo notaste.
Ocurrió en cada latido de mi sangre.
Existió y fue tocar el Edén
con las dos manos.
Fue un instante; fue lograr el Paraíso
y ver el rostro de Dios
atenuado entre su sombra.
Fue un instante cargado de tristeza
y de ternura.
Un instante de tierna Epifanía.
Un instante, un éxtasis, Nochebuena.

LA TARDE

Ya no serán mis tardes ni las que han sido,
ni esa sola inconcebible tarde
de aquel sueño no soñado,
no accesible a mi tiempo ni
al olvido.
Ya no será mi tarde ideal.
Platón lo dijo:
(el arquetipo de la tarde eterna).
Quizá la vida tampoco sea
o sólo sea un hálito fugaz de lo divino.
Buscaré siempre esa tarde elemental,
la inalcanzable,
la de ayer, la tuya, la de ambos.

EL RIO

Soy tu tiempo. Soy tu río,
el río de Heráclito,
el Oscuro, el indefenso
y paciente río activo
detenido;
el dinámico, el presente.
Tu pie reposa en mi agua
cual un diamante puro.
Soy tu río y tú el reflejo
de aquel griego que buscaba
su reflejo entre mis ondas.
Soy tu vano río
prefijado de antemano;
(sólo sombra de lo creado)
El amor no se detiene; todo se aleja.
Todo se va y se queda al mismo
tiempo.
En mi torrente habrá siempre un algo
que se queje
y algo que eternamente te lamente.

SOY EL OLVIDO

Soy el olvido, el “no seré”,
un polvo accidental en la historia
como Adán, el primogénito invento
del Señor.
Ya somos en la tumba las dos cifras,
-principio y fin de nuestro calendario-:
la cuna y el sepulcro,
el llanto y la ceniza,
el rito de la vida y
el espasmo de la muerte.
Me aferro sin soberbia
al concepto de mi nombre.
Bajo el ocre rojizo del estío
esta mera conclusión es mi consuelo.

ERES MAS SILENCIOSO

Eres más silencioso y retraído
que la furtiva luna.
Te busco y es en vano
esa búsqueda porosa.
Tuyo es el Oriente y el Poniente.
Tuyo, el norte y el sur
de tu existencia.
Tuya, la eternidad de mi olvido.
Tuyo, el receloso amor y la duda.
Tuyo, el miedo a revivirte,
los días que se estancan
fatigados, a la vera del camino.
Tuyas, las noches más altivas.
Vienes de otra ética, de otra aurora,
siendo dueño de otro sueño más audaz.




UN DOLOR LADINO

Un dolor ladino y
miserable.
Una grave quebradura
irreparable.
Una herida cruel,
que no se cura.
Un derramamiento
insoportable.
Una crisis que aumenta,
sangra y dura
y esta despedida
impostergable.

EL RECUERDO DE UNA TARDE

El recuerdo de una tarde.
Los secretos que son tristes.
El absurdo discurso en
silencio -no aclarado-.
Los sueños, los almuerzos y
las guerras inconclusas.
Un solitario sol poniente.
Un amanecer áureo en
tiempos fatigados.
Una madurez que implora en
sombra, en nada.
La envidia de los muertos
ausentes del recuerdo.
Los libros predilectos y
mis conceptos, que se escuchan
y se sueñan cual un eco
equivocado.

DEO GRATIA

El aire, el cielo, el árbol y una nube,
el olor dulzón de los jazmines.
El calor de un diálogo compartido
en el áspero sendero de la lucha.
La energía consumida y a desgano,
el profundo encuentro de dos almas,
la frágil consistencia de la música
el silencio compartido o solitario.
El sonido de un arpegio en un piano,
el zumo y el perfume de una fruta;
El íntimo crepúsculo, el más oculto,
mis versos, mis autores predilectos.
El sobrio estilo y Borges en su poema,
su inimitable ritmo, su endecasílabo;
la absorta melodía y su metáfora.
El banco de Palermo, los alerces,
el jacarandá violeta de mi infancia.
Lo que fue y no fue; lo que será.
La incierta duda, el instante
de mi muerte.
El ritual balbuceo de la plegaria y
el misterio del éxtasis en un poema.

VIA PURGATIVA.

Dios te disculpe,
Silvana,
y disculpe también
a quien te vea,
bajo el árido disfraz
de la materia que
no te pertenece.
Yace, bajo tuyo,
un ángel abrasado
que otro ángel
-es curioso-
flecha y castiga,
entre múltiples sueños
y oscuros laberintos
no resueltos todavía.
Maltrecha persigues
esa senda
que nadie ya comprende.
De andar y desandar
creces por dentro.
De andar: ésa es tu norma.

AL CABO DE LOS MESES

Al cabo de los meses me tropiezo
con una niebla parca y dolorosa
que reduce los días a un solo día
pálido y sin sabor. Casi a una noche.
Yo declino; me acecha desde el alba
un sueño triste y quejumbroso
por la monótona rutina que conozco
de este habitual futuro incierto.
A los otros les resta un gran destino.
A mi tristeza, el verso y la penumbra.



EXAMEN DE CONCIENCIA

Camino por la tardes
desganada y sola.
Todos me justifican
pero nadie ya me ensalza.
Antes cantaba lo eterno.
Conmemoraba con versos
la amistad o el amor.
Malhumorada frente al hábito
de la costumbre,
encendí mi ser en poemas.
He exaltado la belleza.
Se tornó etérea entre mis versos.
Soy y seré.
Con ásperos conceptos
he desglosado ternuras
que una vez fueron.
Aún siguen a mi lado los libros
-obra de los otros-
que nunca me abandonan.
Me entusiasmo frente a
un cielo azul, sin nubes.
El asombro es la clave esencial
de mi existencia.
El agua sigue siendo fresca
entre mis labios yertos.
Siento pavor del futuro.
Dios: ¿Osará por ello condenarme?

2 comentarios:

Cristina Bosch blogspot.com.ar dijo...

CAMBIAR EN VER DE PEDRO Y SU CRUZ. FELI Y SU CRUZ

Cristina Bosch blogspot.com.ar dijo...

¿cómo hago para poder corregir un título el primero poema de este listado?